Alguna vez has estado pagando en una tienda y te viene a la mente un recuerdo de tu infancia de que con los $10 pesos que ahora pagas un refresco de lata, antes podías comprarte unas papas fritas, el refresco y un dulce, incluso si eres más viejo que yo, podías comprar más cosas con esa misma cantidad.
Tal vez también te ha pasado, que, aunque sigas ganando lo mismo, cada vez tienes que ser más cuidadoso con las finanzas personales porque ya no te sobra tanto al final de la quincena, o peor aún, ya llegas en ceros.
Pues mucho de esto se debe a la inflación, un término muy utilizado hoy en día, pero que siento que, al no darle un significado a esa palabra, no nos damos cuenta del impacto que tiene día con día. También lo vemos con mucha naturalidad, pero en realidad no debería de existir de forma constante en nuestra economía, de hecho, existe por una manipulación de la cantidad de dinero existente por parte del gobierno, que actúan como los niños que quieren robar 2 dólares de la bolsa de mamá para que no se dé cuenta, hasta que son descubiertos o roban todo lo que había en la bolsa.
Para entrar en la definición es necesario explicar que anteriormente la cantidad de dinero circulante estaba respaldada en oro y plata, y lo que se manejaba no eran sólo billetes, sino pagarés que podían ser intercambiados por monedas de oro o plata. Por lo tanto, si un banco hacía demasiados billetes tenía el riesgo de caer en banca rota, agotando sus reservas y defraudando a sus clientes.
Lamentablemente el día de hoy, el dinero ya no está respaldado por nada más que una promesa de pago por parte de los gobiernos, es lo que conocemos como dinero “fiat”. Esto es lo que le da la facultad a los gobiernos de imprimir todo el dinero que ellos quieran ya que la posibilidad de quedarse sin reservas no existe, sólo tienen que hacer más y pueden pagar lo que deben.
Kiyosaki menciona que es como estar jugando monopoly y que a cada jugador le den el doble de dinero, en realidad nadie tiene más capacidad de compra porque todos tienen el doble de dinero, simplemente el valor de su dinero se redujo a la mitad.
En pocas palabras es una retransmisión de riqueza, ya que cada que el gobierno imprime 1 peso en realidad está tomando el valor de ese 1 de todos los demás que están en existencia y sin hacer nada para obtenerla, por eso tu dinero cada vez vale menos y por eso tu poder de compra cae si sigues ganado lo mismo.
Como definición es un aumento al suministro de dinero de un país. Esto hará que circule una cantidad mayor de dinero, pero eventualmente hace que la moneda se deprecie y los precios aumenten. Muchas veces la gente se enoja con los proveedores de bienes y servicios por subir los precios, pero el mal proviene de los gobiernos que cada día imprimen más y más billetes. En realidad, no es que los precios suban, sino que el valor de la moneda cae.
Pero la cantidad de dinero circulante no nos da inflación por sí sola, el segundo factor es la velocidad del dinero. La velocidad del dinero es el tiempo que tarda en circular el dinero de una mano a otra, por eso los gobiernos pueden seguir creando dinero sin crear inflación “Aparentemente”.
Para darnos cuenta de esto, sólo basta con ver la cantidad de billetes y monedas en circulación. (Gráfica 1)
Gráfica 1. Billetes y monedas en circulación (Millones de Pesos) Fuente: Banxico.
Obviamente este proceso no puede durar eternamente, ya que siempre llega un momento en el que entra en acción el segundo factor que genera la inflación, la velocidad del dinero, debido a que la gente comienza a perder la confianza en la moneda y trata de deshacerse de ella por distintos medios:
- Cambiarla por otra divisa
- Comprar oro y plata.
- Comprar cosas lo más pronto posible para evitar que pierda valor su dinero.
Una vez que eso pase, es casi imposible detener el declive de la moneda por lo que la inflación llega a niveles altísimos como lo que está pasando en Venezuela.
Por eso es importante no dejar todo tu dinero en una sola moneda, confiando 100% en un país, sino protegerse ahorrando en otras divisas o mejor aún, en la protección que ofrecen el oro y la plata.
Javier de León